martes, 4 de octubre de 2011

734

Mira que la dolencia
de amor, que no se cura
si no con la presencia y la figura.
Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el amado;
... Cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.


San Juan de la Cruz

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